Villancico

“La vida es un proceso de demolición”
– Leopoldo María Panero.

Agradezco el sabor intrínseco de las piedras
extraídas del otro confín del mundo,
la seda de oriente,
el frío nocturno del desierto,
el serrín esparcido como arena
que gotea los relojes,
los zapatos húmedos de los niños
descalzados en la puerta.

Agradezco las manos ásperas
que bregan las redes,
el olor a lavanda,
los botes salvavidas,
los ribazos desprendidos
de la muerte,
los polígonos sin forma,
los reflejos opalinos
en el fuego.

Agradezco las voces roncas,
las alhajas incrustadas
en el jaspe,
el aroma que se mece en la canela,
la mentira del ébano tallado
que dibujan elefantes.

Agradezco los contrastes,
las tardes en que masca
la almagama,
los parapetos que dividen
los precipicios
de los puentes.

Agradezco los taludes,
los defectos,
las avalanchas,
las heridas.

Te pido
sólo una cosa:
que te derrumbes
conmigo.

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